La escuela como organización y el cambio
educativo representan dos ámbitos llamados a ser debidamente relacionados,
cuidadosamente analizados y estratégicamente planificados y animados para su desarrollo
conjunto.
Esta relación entre la escuela como
organización y la innovación educativa ha de ser contemplada y justificada
tanto en el plano de la argumentación teórica como en el del funcionamiento y
vida institucional de las escuelas como espacios educativos. Ha de proyectarse,
al tiempo, en la articulación de la política educativa de un país y en las
prácticas escolares y educativas que ocurren en las aulas.
La investigación sobre innovación ha venido
destacando, de un lado, la importancia decisiva que tienen diversas variables
organizativas en la potenciación y desarrollo del cambio; de otro, la
existencia de barreras, también organizativas, que dificultan seriamente la
efectiva realización de procesos y resultados innovadores.
Asimismo,
las teorías más actuales en torno a la escuela como organización han
contribuido a desvelar propiedades, contenidos, funciones y procesos
organizativos, que han de ser tenidos en cuenta en los intentos sistemáticos de
promover el cambio en las escuelas.
El
carácter complejo de la innovación en educación
El cambio en educación, sea al nivel que sea, y
referido a no importa qué contenidos del proceso educativo, constituye una
empresa, una serie de procesos y una pluralidad de relaciones de alto nivel de complejidad,
siempre costosa y difícil de desarrollar con acierto.
Afirmar que la innovación es algo más que un
cúmulo de experiencias aisladas y que la mera ordenación administrativa del
cambio, significa abogar por una visión de la innovación suficientemente compleja
y rica como para no ser reductible a ninguna de las dos modalidades anteriores.
Y esto, pese a que una dinámica seria de innovación resulta impensable sin
apelar a experiencias concretas y compromisos personales y a un marco
administrativo idóneo y facilitador.
- La innovación educativa es un proceso de definición, construcción y participación social
- La innovación educativa merece ser pensada como una tensión utópica en el sistema educativo, en las escuelas, en los agentes educativos.
- La innovación educativa no puede agotarse en meras enunciaciones de principios, en estéticas relaciones de buenas intenciones
- Innovar en educación requiere articular debidamente una serie de procesos y establecer con cuidado una estructura de diversos roles complementarios
REFERENCIAS
Pascual, R. (1988). La gestión educativa ante la innovación y el cambio. Madrid, Spain:
Narcea.
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